Günter Grass y su Nobel

El País publica que a Günter Grass se le conservará el Premio Nobel de literatura. Se ha exagerado mucho sobre el pasado del escritor. Que Grass fuese en su pasado Nazi, Comunista o de cualquier otra ideología proscrita no condiciona su capacidad intelectual ni su obra, nos guste o no.

Con el tiempo la gente cambia y no creo que se pueda tildar, a día de hoy, a Grass de Nazi aún. Lo mismo ocurrió con la adolescencia Nazi del Papa Benedicto XVI o cuando éste se puso un tricornio de la Guardia Civil. La izquierda aprovechó las dos situaciones para lanzar toda su ira haciendo extrapolaciones absurdas y ridículas.

El caso de Grass y del Papa se sacaron de quicio con el objetivo de atacar únicamente lo que cada uno representan en la actualidad y que no han sido más que un arma arrojadiza para atacar a la persona en lugar de las ideas. Algo bastante despreciable y carente de imaginación, la verdad. Las grandes ideas se desmontan analizándolas fría y objetivamente, no desprestigiando a sus representantes. Algo que en nuestros tiempos no está muy de moda.

7 comentarios para “Günter Grass y su Nobel”

  1. Joseph Ratzinger no ocultó su condición nunca. Grass lo ha hecho durante 60 años. Aun cuando esto no justifique que le quiten un premio, sí que nos permite ver que tipo de personaje es. A mi su pasado me da lo mismo, pero es inaceptable que ocultando su anterior vida de lecciones publicamente d eética al resto del mundo, que es de lo que fundamentalmente ha vivido un autor tan del montón.

  2. Estoy de acuerdo contigo, Jorge, en que no importa lo que este señor haya sido, lo importante es la calidad de su literatura. Ese, o no, debería ser el único criterio a la hora de conceder el Nobel.Dos cosas me parecen mal: primera, que lo ocultara, y segunda, que lo haya dicho ahora, justo antes de publicarse su autobiografía. Me huele a autobombo publicitario, lo cual no me parecería mal si no estuviéramos hablando del nazismo y de su pertenencia a un cuerpo responsable de muchas víctimas.Addison

  3. Florecilla Silvestre agosto 16, 2006 a 11:18

    El problema con el Doktor Günter Herr Tekglen no es que haya sido una cosa u otra sino que con su pasado se dedique a darnos lecciones a los demas entre insultos. Y si su pasado es excusable nuestro presente también lo es. Lo menos que se le puede pedir es tolerancia con quienes nos equivocamos y paciencia para explicarnos educada y racionalmente porqué nuestras ideas son erróneas y/o inmorales.

  4. A Günter Grass los progres le pueden reprochar:1. Que colaborara con los nazis.2. Que lo ocultara.Vale. ¿Y? Pablo Neruda, Rafael Alberti y muchos otros escritores utilizaron sus escritos para hacer apología del genocidio de clases sociales enteras. Nadie se lo ha reprochado en serio. Grass no se aproxima a eso ni a un trillón de años luz. Ni un solo escrito de apoyo al nazismo. Ocultó su pasado en las Waffen SS, porque nadie se lo hubera perdonado. Porque somos unos sectarios. Pero su compromiso con los derechos humanos, las libertades y la democracia es irrebatible.

  5. Estoy muy de acuerdo con Jorge.Algunos matices:– El problema no es si estuvo o no el las SS sino su silencio.– Es obvio que no se le puede juzgar por algo que hizo con diecisiete años aunque tampoco es lo mismo las SS que las juventudes hitlerianas (donde fue llamado a filas Joseph Ratzinger con quince años)– Llama la atención que la chusma (lo siento pero para mi Escolar es chusma dada su infumable capacidad de manipulación) que publicó posts y fotos de Ratzinger mantenga ahora silencio. Ese doble rasero no es presentable.

  6. Grass es un «literato» bastante mediocre que se ha forrado haciendo de santo laico en Alemania. Si no lo fríen ahora es porque pasó del nazismo a la socialdemocracia, a fin de cuentas siguió socialista. Pero antes cometió el error de equivocarse de malos, si hubiera trabajado en la Lubianka ahora nadie movería un dedo. A mí me parece un ser despreciable, por nazi, por rojo, por hipócrita, por falsario y por chorizo y chaquetero. Y por plúmbeo y petulante juntaletras con ínfulas de justiciero social del Leviatán deficitario que sufren los alemanes por culpa de aquellos a quienes él apoyó en las últimas décadas. Claro que no le quitarán el Nobel, se merece estar ahí junto a Arafat. Si es que habría que haberlo visto venir. Y la comparación con Ratzinger demuestra efectivamente lo enfermos que están algunos demagogos de los medios. Por cierto Valín, eso de comparar a la Guardia Civil con los nazis… no quiero insultarte pero me das pena.

  7. Es igual que Haro Tecglen, primero fascista y luego rojo, mismos perros, distintos collares.