Chipre, el corralito, Lacalle y Cristina Vallejo

Cristina Vallejo, redactora de inversión de Finanzas.com, ha escrito una crítica al libro de Daniel Lacalle (must read!), aunque sin haberlo leído. No es una nota técnica, sino totalmente visceral y que demuestra muy poco conocimiento de cómo funciona esta porquería de sistema totalitario que nos ha tocado vivir.

Vallejo nos dice:

«Lacalle incurre en la demagogia más burda cuando defiende que no hay que salvar a los bancos. No salvarlos lleva consigo que los ahorradores pierdan, como van a perder en Chipre…».

«Rescatar a los bancos es salvar a sus depositantes, evitar el pánico y el sufrimiento. Esperemos que, al final, Chipre tenga éxito con la renegociación y se salven íntegramente los depósitos de menos de 100.000 euros». (Negritas originales).

Uno de los problemas de este sistema es que anula la responsabilidad y dispara el moral hazard (la irresponsabilidad al no ser consecuente con las acciones propias). Rescatar bancos es como premiar a un violador por sus acciones criminales. Simplemente es inmoral. Y como ataca cualquier principio ético humano, las consecuencias reales son ir a peor agravando un problema. Pero a Vallejo esto no lo importa. No ve esta correlación entre ética y funcionamiento sano de un sistema o comunidad. Ella cae en la falacia pragmática donde todo es relativo y donde todo en la vida es elegir entre el mal menor, sin darse cuenta que elegir el mal menor, es abogar por el mal (funcionamiento) y acabar apostando por el peor de los males en el largo plazo.

El gran problema técnico del sistema bancario actual se debe a que es un esquema de Ponzi. Al Estado le encantan los «ponzi». Lo usa para financiar sus proyectos, la sanidad, las pensiones, la educación… Es la bancarrota total. Los esquemas de ponzi funcionan bien al principio, crean ilusiones de bienestar y grandes riquezas, pero las burbujas que generan acaban estallando. Es lo más similar a hacer un pacto con el Diablo. El Estado, al igual que el Diablo, nos ofrece gran bienestar y riqueza sin que hagamos nada, pero al final siempre nos presenta la factura para cobrar sus deudas, y nunca mejor dicho.

«Rescatar a los bancos es salvar a sus depositantes, evitar el pánico y el sufrimiento», como dice Vallejo, es estar viviendo en la luna de marte. Los rescates han trasladado el «sufrimiento» del depositante a la sociedad entera. «Evitar el pánico» bancario solo ha servido para trasladarlo a otros terrenos de le economía, como el del trabajo; consumo, donde en enero recordemos que ha bajado un 10%, o al cierre de empresas. Es fácil de entender, las pérdidas son de suma cero, si no lo paga el responsable, lo tendrá que pagar otro con las consecuencias que esto genere. Vallejo no entiende que el daño ya está hecho y distribuirlo entre las personas no lo hace menos doloroso, más bien al revés.

Un banco, lejos de la propaganda gubernamental que venden por ahí, no es más que otra empresa normal. Los esquemas de ponzi conducen a la ruina siempre, y todo lo que se está haciendo ahora se repetirá en el futuro ya que los burócratas y bancos centrales no han aprendido nada.

La autora de la nota nos sorprende con algo también bastante contundente:

«En Estados Unidos hace ya cerca de cinco años prácticamente todos los bancos tuvieron que pasar por el aro y admitir al Estado en su capital. Incluso el saneadísmo JP Morgan. El Estado, que les impidió incluso el reparto de dividendos y la recompra de acciones, ha recuperado, y con creces, su inversión. Y, además, con las políticas del presidente Barack Obama y la Reserva Federal, se ha conseguido incluso redistribuir, aunque sea un poco, seguro que de manera insuficiente, esa plusvalía entre los americanos».

«Allí ya crecen y crean empleo. ¡¡Con esas políticas tan terribles a ojos de Lacalle, que habla de represión financiera por los tipos bajos y la impresión de billetes de la Reserva Federal!! ¡¡Pero si el Dow Jones está en récord y el S&P 500 está a punto de rebasar sus máximos históricos!!».

Una crisis de deuda no se arregla con más deuda. Lo que está haciendo Estados Unidos es apagar el fuego con gasolina. Cada americano debe al Omnipotente Estado Americano y al colega Ben, 53.000 dólares en concepto de deuda, o lo que es lo mismo, unos 136.000 dólares por familia según la oficina del censo de EE.UU. El país yanqui está hecho un asco. Miren en el chart inferior el nivel de pobreza del país y «qué bien lo hecho Obama con ellos». El gráfico representa el nivel de personas que han ido a la beneficencia a la largo de los años. Nada menos que un 15% en 2012. Y si contamos de 16 años para adelante, ese porcentaje se dispararía al 20%. Las medidas de reactivación económica del Gran Obama costaron el año pasado a su gobierno 78.000.000.0000 de dólares en mantener a pobres, que es, exactamente, lo que la FED inyecta cada mes a Wall Street. ¿Y para qué han servido sus programas de dinero barato? ¡Para crear más pobres! Vallejo debe estar encantada con esto.

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¿Hablamos de trabajo en EE.UU, señora Vallejo?

Obama ha hecho mil apaños estadísticos para disminuir desocupados en sus listas. El mes pasado desaparecieron más de dos millones de parados en las listas del desempleo que no pasaron a trabajar. Obama consideró que esa gente, simplemente, no está buscando trabajo. Las políticas de Obama han cambiado el sistema laboral americano. Los empleos a tiempo completo bajan y los parciales aumentan. Esto es, la población se ha de conformar con empleos de media jornada. Miren la serie siguiente del departamento de trabajo yanqui.

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Pero es que eso no es todo. Se están disparando las personas que, debido a este cambio en el escenario laboral, se pluriemplean porque no llegan a final de mes. De hecho, más del 45% de los americanos ocupados tienen dos trabajos. Buff, los americanos están encantados con la gestión Obamanita.

El DJIA y S&P en máximos

Que con los datos de la economía americana, estén sus principales índices bursátiles en máximos, no es un milagro ni nada bueno, es un desastre. Las empresas tienen pingues beneficios comparados con 2007 pero sus cotizaciones están en máximos. Y no obtienen esos beneficios por una mayor venta de sus servicios o productos, sino por despedir a más gente, cerrar departamentos, sucursales nacionales e internacionales y disminuir costes. Las empresas americanas, como todas, están en economía de guerra. ¿Y a qué se debe esta sobrevaloración? A la enorme inflación que está provocando la FED con su QE Infinito. En otras palabras, la FED y el Gobierno de Obama están creando una burbuja en la bolsa. Lo dicho antes, acabar una crisis de deuda con más deuda, es una locura digna de un terrorista, que solo tienen el propósito de conseguir más votos y engañar al mundo con números apañados. No, la economía americana no va bien, va fatal. Para «gustarle tanto la estadística» a la señora Vallejo, tal y como afirma, la maneja de forma muy chapucera.

Dictadores de la producción

La autora de la nota no distingue entre democracia y tiranía. Sí, los mercados somos todos. ¿Tienen usted un plan de pensiones, un fondo, acciones, un depósito, o dinero en el banco a la vista? Pues usted es «mercado» le guste o no. El mercado lo hacen personas normales; porque sin personas, no hay mercado. El mercado es la consecuencia de las acciones descentralizadas de los individuos a la hora de invertir o ahorrar. Es una acción libre. Sin embargo, el Gobierno no es eso. El Gobierno es la fuerza, la coacción y la violencia de la ley. El Gobierno obliga a la gente a hacer cosas que no quiere. El Gobierno regula su propio bienestar y el de los lobbies, por eso destina más dinero a Wall Street que a los pobres. Por eso distribuye las pérdidas de los lobbies entre el Pueblo. Por eso confisca el dinero de la gente contra su voluntad mediante los impuestos; por eso acude a la estafa de la deuda porque gasta sin control ni responsabilidad. El Gobierno actúa igual que una organización criminal con la única legitimidad de una parte de los votantes cautivos que viven del propio Gobierno: lobbistas y drogadictos del Estado del Bienestar (ver: Desintoxícate del Estado del Bienestar). Pero esto, ni siquiera es una idea mia, ya lo dijo San Agustín en La Ciudad de Dios:

“Las asambleas de bandidos son como imperios pequeños; pues se trata de una tropa de hombres, gobernados por un jefe, unidos por una especie de alianza, y que se reparten entre ellos el botín según lo han convenido. Si se da el caso de que una compañía de esta especie crece y cuenta con los suficientes hombres perversos para apoderarse de lugares donde asentar su poderío, y de que a continuación tomen villas y subyuguen pueblos, entonces se les aplica el nombre de Estado”.

El Problema no son los mercados, eso es culpar al Pueblo y llamarlo «imbécil». El Problema, es el Gobierno. Siempre es el Gobierno y sus métodos criminales de arreglar el mundo, donde cada regulación adicional para instaurar el paraíso en la Tierra, se acaba transformando en un mundo de horrores y tragedias. El camino al Infierno está empedrado de buenas intenciones. Que cada uno sea responsable de lo que hace, y todo funcionará mejor. En otras palabras, lo que el Pueblo necesita no son más caudillos regulando nuestras vidas y dinero, lo que necesitamos es menos tiranos, que es justo lo contrario por lo que aboga la señora Vallejo.

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4 comentarios para “Chipre, el corralito, Lacalle y Cristina Vallejo”

  1. Demasiado bueno Jorge. Vallejo te va a pedir matrimonio despues de esta. jajaja Un abrazo.

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  2. Genial como siempre, Jorge.
    Esta locura tiene que acabar muy mal. Mires al lugar del mundo al que mires -México, India, Brasil, Australia…- hay burbujas creándose en mayor o menor medida.

    Y todavía tenemos que escuchar a muchos decir que eso de que los QE´s crean inflación es mentira. Pues claro, cada poco tiempo cambian los criterios de medición para que las estadísticas oficiales sean más bajas de lo que muestra la realidad. Así pensamos que nos roban menos de lo que admiten que nos roban. http://www.shadowstats.com/alternate_data/inflation-charts

  3. Estupendo Jorge. Me parece increíble que a estas alturas una periodista se permita criticar un libro sin haberlo leído. Je, recuerdo que eso, la desfachatez orgullosa del ignorante, me fascinaba hace 10 años, cuando empezamos esto de los blogs (o así) pero ahora sólo me viene a la cabeza el famoso examen de maestros (sic) de la Comunidad de Madrid …
    Yo sí me he leído el libro de Lacalle y sólo puedo entender a la Vallejo desde su ensimismamiento ideológico … porque Lacalle habla clarito, sin trampa ni cartón. Por ejemplo, cuando informa de que España se endeuda a razón de 450 millones € diarios «más que los diez países de Africa con mayor producción petrolera» OLIGARCAS SIN RECURSOS. Exacto.
    Y sí, como dices, cuando desbarra es al hacer un caldo con las estadísticas para argumentar que, en contra de lo que dice Lacalle, el mercado no somos todos. Y la tierra es plana, doña Cristina, vaya que si lo es … 😉

  4. De todas maneras, el tema está más relacionado con el tema de no poder sacar dinero y por la tasa que castiga el ahorro. Aunque es cierto que el depositante se merece menos males que un accionista(que éste ya tiene asumido que las pérdidas suponen una merma en el valor de sus acciones), el problema es que el que tiene dinero que sólo lo tiene por custodia y obtención de unos pocos rendimientos deba ver que no puede sacar dinero y ver que se le sanciona por ahorrar y no consumir.